LA SALUD Y LA ENFERMEDAD EN EL SER HUMANO

Las enfermedades infecciosas pueden prevenirse (evitar su aparición) y tratarse (curarlas una vez se han adquirido). Los métodos de tratamiento y prevención son diferentes.

A.

PREVENCIÓN

Los microorganismos patógenos se encuentran por todas partes: aire, agua, suelo, alimentos, personas, animales. Las principales medidas de prevención son los hábitos de vida saludable y la vacunación. a. Hábitos de vida saludable: son todos los comportamientos dirigidos a evitar el contacto con agentes patógenos, como: • Higiene personal: lavado de manos, cabello y otras partes del cuerpo. • Correcta manipulación de alimentos: lavar alimentos frescos, mantenerlos en buenas condiciones, refrigeración, cocinado... • Higiene del entorno: limpieza de la casa, ropa, objetos personales, ... • Desinfección de heridas. • Control sanitario de animales. • No automedicarse. • Visitas regulares al médico. • Evitar personas o entornos contaminados. b. Vacunación: las vacunas contienen patógenos muertos o debilitados, de forma que no pueden producir enfermedad, pero activan al sistema inmunitario. Es una medida preventiva que desarrolla inmunidad y memoria en el sistema inmune, impidiendo la aparición de enfermedades infecciosas.

B.

TRATAMIENTO

Si ya se ha adquirido la enfermedad, las vacunas y otros métodos preventivos son inútiles. Es necesario emplear tratamientos adecuados a cada infección. Los métodos más importantes son: a. Medicación: los medicamentos más efectivos contra muchas infecciones son los antibióticos. Sólo son eficaces frente a bacterias, no sirven para virus ni otros patógenos. Pueden ser naturales (fabricados por microorganismos, sobre todo hongos), o sintéticos, desarrollados en laboratorio. Matan o impiden el crecimiento de las bacterias. b. Sueroterapia: los sueros son preparados de anticuerpos específicos para una determinada enfermedad (o contra venenos). Estos anticuerpos se obtienen de otras personas o de animales.