La meteorización física y química altera las rocas,
comenzando un largo proceso que terminará por formar un
suelo.
Se denomina suelo a la parte de la superficie continental
cubierta por materiales sueltos que mantiene o puede
mantener una cubierta vegetal.
EDAFOGÉNESIS
La edafogénesis es el proceso de formación de un suelo. En
general, se parte de una roca inicial llamada roca madre,
que sufre diversas transformaciones:
•
Roca madre: tras la primera meteorización química y
física debida al agua, el viento, la temperatura, etc,
sobre la roca madre se asientan los primeros seres
vivos, los líquenes. Los líquenes comienzan la
meteorización biológica y añaden algo de materia
orgánica al suelo.
•
Suelo joven: tras la acción de los líquenes y la continua
meteorización, la roca es colonizada por musgos,
microorganismos y pequeños animales. Tras cientos
de años, la acción de estos organismos crea un suelo
joven, capaz de mantener hierbas o arbustos poco
exigentes.
•
Suelo maduro: tras miles de años, la alteración de la
roca madre habrá avanzado en profundidad, con lo que
el suelo adquiere grosor y estará enriquecido de materia
orgánica, de forma que puedan instalarse árboles. Es
ya un suelo maduro.
SUELOS AUTÓCTONOS Y ALÓCTONOS
Los suelos formados in situ, es decir, sobre su propia roca
madre, según el proceso descrito, se llaman suelos
autóctonos (griego: auto, "yo mismo"; chthon, "tierra";
autóctono: “indígena”).
Sin embargo, los materiales de un suelo pueden ser
arrastrados por el agua y el viento a favor de pendiente,
depositándose en zonas más bajas.
De esta forma se puede formar un suelo lejos de la roca
madre que lo originó. Es lo que sucede en las llanuras de
inundación de los ríos. Estos suelos se denominan
alóctonos (griego: allos, "otro"; chthon, "tierra"). Se pueden
formar de manera muy rápida y tener un grosor muy variable.
TIEMPO DE FORMACIÓN DE UN SUELO
Los suelos alóctonos pueden formarse de forma casi
inmediata, pero los suelos autóctonos requieren un largo
proceso que depende de numerosos factores:
•
Tipo de roca madre: cuanto más resistente sea la roca
madre a la meteorización, más tardará en formarse un
suelo. Los granitos o las cuarcitas son rocas resitentes.
Las calizas y areniscas se meteorizan con mayor
facilidad.
•
Clima: los climas cálidos y húmedos favorecen la
meteorización y aceleran el proceso. En climas tropicales
el proceso es rápido; en desiertos, lento y en climas
polares, muy lento.
•
Relieve: las zonas con mucha pendiente dificultan la
acumulación de materiales, pues son arrastrados, y hace
más lento el proceso. En zonas llanas se tarda menos en
formar suelos.
•
Vegetación: la vegetación contribuye a acelerar los
procesos de meteorización y retención del suelo, por lo
que los suelos se forman antes en sitios con mucha
vegetación.
En un clima templado y con precipitaciones medias, como
nuestro país, un suelo maduro puede tardar entre 3.000 y
10.000 años en formarse.
EL SUELO
2. FORMACIÓN DE UN SUELO: EDAFOGÉNESIS
2º ESO- CIENCIAS DE LA NATURALEZA.