LA EVOLUCIÓN DE LOS SERES VIVOS
1. EVOLUCIÓN
La evolución es un proceso de cambio gradual en los seres vivos que
les conduce a adquirir, generación a generación nuevas características
o adaptaciones. Las nuevas características permiten la adaptación
de los organismos a los cambios en su ambiente, producen
modificaciones en las especies y la aparición de otras nuevas. Esta es
la causa de la enorme biodiversidad que observamos hoy en día.
Todos los seres vivos actuales proceden así de un antepasado
común.
La evolución podría ser un proceso inevitable una vez aparece la
vida, y surgiría de la autoorganización de los procesos químicos de los
seres vivos.
2. TEORÍAS EVOLUTIVAS
Una vez que la vida surge sobre la Tierra, se nos plantea un nuevo
interrogante: ¿cómo a partir de una sola célula han podido aparecer
todas las especies tan diferentes que existen hoy día? Es evidente que
la respuesta a esta pregunta ha variado mucho en cada época.
A. TEORÍAS PREEVOLUTIVAS
Hasta el s. XIX se pensó que los seres vivos eran inmutables y que
habían existido siempre de la misma manera, sin sufrir cambios,
estarían fijos, lo cual originó una corriente de ideas agrupadas bajo el
término fijismo estas ideas estaban basadas en los relatos bíblicos de
la creación, por lo que esta corriente también es llamada
creacionismo. Las ideas contrarias se denominaron transformismo.
George Cuvier (1769-1832), estudiando una gran cantidad de fósiles
dedujo que había especies que desaparecían, se extinguían, lo cual
implicaba cambios que contradecían al fijismo; como él era fijista,
pensó que las especies aparecían sobre la Tierra y se mantenían
durante mucho tiempo sin sufrir ningún cambio hasta que se producía
una gran catástrofe que las hacía desaparecer, tras lo cual aparecían
nuevas especies que volvían a desaparecer en otra catástrofe y así
sucesivamente, surgiendo una variante de las ideas fijistas que
constituyó el catastrofismo.
B. LAMARCKISMO
El debate fijismo-transformismo se prolongó durante milenios. El
primer naturalista que publicó un trabajo enteramente transformista y
propuso un mecanismo por el que podría darse este cambio fue Jean
Baptiste Monet, caballero de Lamarck (1744-1829). Su Philosophie
zoologique se publicó en 1809 y sintetiza buena parte de su
pensamiento. (A él debemos el término invertebrado y su
clasificación).
Debido a sus observaciones, Lamarck sostenía que las especies
cambian constantemente, volviéndose cada vez más complejas. La
teoría transformista de Lamarck se basa en:
La necesidad del cambio: los organismos poseen una
«energía» o necesidad interna que hace que se vuelvan cada
vez más complejos.
Uso y desuso de órganos: si el medio ambiente obliga a un
organismo a usar mucho un órgano, éste se desarrollará. Si no
se usa, se atrofiará y desaparecerá. Incluso pueden aparecer
nuevos órganos por “necesidad”. Esto explicaría la aparición de
nuevas especies.
Herencia de los caracteres adquiridos: los cambios
aparecidos en los organismos por el uso y desuso se transmiten
a las sucesivas generaciones, de una manera gradual e
imperceptible. Hoy día sólo se admite como heredable la
información contenida en el genoma (ADN).
La teoría de Lamarck, por tanto, puede resumirse así: las
circunstancias crean la necesidad, esa necesidad crea los hábitos,
los hábitos producen las modificaciones como resultado del uso o
desuso de determinado órgano y los medios de la Naturaleza se
encargan de fijar esas modificaciones
Un ejemplo sería el de aves acuáticas:
En las aves acuáticas, la “necesidad” más acuciante sería la de
desplazarse eficientemente flotando por encima del agua. Estos
animales moverían sus patas, esforzándose por desplazar la mayor
cantidad de líquido y así poder moverse mejor. Este esfuerzo
continuado extendería la piel entre los dedos de sus patas hasta
generar la membrana interdigital que presentan los patos y las ocas, y
que, por idénticas razones, presentan otras clases de animales
acuáticos, como las ranas o las tortugas marinas.
Algunas de estas aves acuáticas, como el cisne o la oca, presentan
largos cuellos. Éste sería el resultado de la necesidad de alcanzar el
lecho del río o lago donde habitan. Los animales estirarían
constantemente la cabeza esforzándose por llegar cada vez más al
fondo. Así, a lo largo del tiempo, su cuello se haría cada vez más
largo.
Por lo tanto, el cisne que habría alargado su cuello a base de esfuerzo
y tendría crías que desarrollarían cuellos como los de su progenitor.
Sus descendientes, si las circunstancias ambientales siguen
requiriéndolo, seguirán esforzándose en alargar el cuello. A lo largo de
las generaciones, los cisnes tendrían cuellos cada vez más largos. Y la
misma explicación serviría para el resto de ejemplos.
Las teorías de Lamarck tuvieron poca aceptación, sobre todo por la
oposición de Cuvier. Hoy día, además, se han desechado como
incorrectas.
C. DARWINISMO: LA SELECCIÓN NATURAL
El mismo año en que se publicó Philosophie zoologique de Lamarck,
había nacido en Shrewsbury (Inglaterra) Charles Darwin (1809-1882).
En 1831 se embarcó en un viaje alrededor del mundo en el Beagle. El
viaje duró cinco años y le permitió recoger una ingente cantidad de
muestras y observaciones de flora y fauna de todo el mundo.
En 1859, Darwin publicó On the Origin of Species by Means of Natural
Selection (El origen de las especies por medio de la selección
natural), el celebérrimo libro en el que aportaba una abrumadora
cantidad de datos, observaciones y resultados experimentales que
demostraban de forma irrefutable el cambio de las especies a lo largo
del tiempo.
Pero, además, en el mismo libro, Darwin exponía su hipótesis sobre el
mecanismo que actuaba sobre las especies haciéndolas cambiar.
Según Darwin, este mecanismo era la selección natural.
De hecho, esta hipótesis fue desarrollada paralelamente por
Alfred Wallace, con quien Darwin mantenía una relación por
correspondencia. Así que, para ser exactos, hay que atribuir la
idea de la selección natural a Wallace y a Darwin.
LA SELECCIÓN NATURAL
Darwin partió de la selección artificial, por la que agricultores y
ganaderos obtenían organismos con características ventajosas. Para
Darwin, la naturaleza actuaba de la misma manera,
seleccionando a los individuos más aptos para la supervivencia
y eliminando al resto. La evolución era, pues, una consecuencia
de la selección natural de los más aptos.
La teoría de la selección natural de Darwin y Wallace se basa en los
siguientes principios:
Sobreproducción: nacen más individuos de los que pueden
sobrevivir, pues los recursos son limitados.
Variabilidad: los individuos de una población no son idénticos.
Algunos rasgos favorecen la supervivencia y otros son
perjudiciales.
Lucha por la vida: los organismos compiten entre sí por los
recursos disponibles: es la lucha por la vida.
Selección natural: los individuos con caracteres favorables
sobreviven y pasan esos caracteres a sus descendientes. Los
que tienen caracteres desfavorables son eliminados. Así, en
cada generación los organismos están cada vez mejor
adaptados a su entorno. Al cabo de muchas generaciones los
cambios se acumulan y aparecen nuevas especies.
D. TEORÍA SINTÉTICA DE LA EVOLUCIÓN
La teoría de Darwin y Wallace era incapaz de explicar de dónde
aparecía la variabilidad de los individuos, ya que entonces no se
tenían conocimientos de genética.
A mediados del s. XX, Huxley, Dobzhansky y Mayr realizaron una
revisión de la teoría evolutiva darwiniana, incorporando los modernos
conocimientos de genética y biología molecular. A la teoría resultante,
que es la más aceptada actualmente, se le denomina teoría sintética
de la evolución o neodarwinismo. Los principios de esta teoría son:
La unidad evolutiva no es el individuo, sino la población.
Debido a que los componentes de una población se cruzan
constantemente entre sí, comparten un mismo conjunto de
genes, el acervo genético (o pool de genes). Sobre este
conjunto de genes actúan los mecanismos de la evolución.
Las poblaciones presentan variabilidad, es decir, que cada
individuo tiene una combinación distinta de genes.
La variabilidad procede en primera instancia de las mutaciones,
cambios al azar en la molécula de ADN. Si estas mutaciones se
producen en los gametos serán heredables. La mayor parte de
las mutaciones son neutras (no se ven afectadas por la
selección natural) o perjudiciales (serán eliminadas). Sin
embargo, algunas serán beneficiosas y serán seleccionadas y
transmitidas de generación en generación.
En la reproducción sexual, los gametos se forman por
meiosis, por lo que se da recombinación genética entre
cromosomas, lo que aumenta la variabilidad. El hecho de que
intervengan dos individuos normalmente también contribuye a
dicho aumento.
Selección natural: el medio ambiente ‘selecciona’ las
poblaciones con caracteres favorables, que transmitirán dichos
caracteres. Al mismo tiempo, elimina los caracteres
desfavorables. Así, cada generación estará mejor adaptada a su
medio ambiente.
En conclusión, la evolución es un cambio en la frecuencia en
que aparecen los alelos en el acervo genético. Las
combinaciones favorables aumentan su frecuencia y las
desfavorables la disminuyen.
Para ir a donde no se sabe hay que ir por donde no se sabe.” San Juan de la Cruz
“It must be a strange world not being a scientist, going through life not knowing--or
maybe not caring about where the air came from, where the stars at night came from or
how far they are from us. I WANT TO KNOW” Michio Kaku
“Nullius in verba” Robert Boyle, Christopher Wren y Robert Hooke
Jean Baptiste Monet, caballero de Lamarck