DINÁMICA TERRESTRE. TECTÓNICA DE PLACAS

3. TECTÓNICA DE PLACAS

3.0. INTRODUCCIÓN

Los descubrimientos en el siglo XX sobre volcanes y terremotos, así como el estudio del fondo oceánico, llevaron a la elaboración de una nueva teoría geológica: la tectónica de placas. Esta teoría ha supuesto una revolución en la geología, pues explica prácticamente toda la dinámica interna de la Tierra y sus consecuencias: cordilleras, océanos, terremotos, volcanes... Incluso puede aplicarse a la geología de otros planetas. UNA NUEVA TEORÍA Las pruebas de la deriva continental junto al estudio del fondo oceánico llevaron a la tectónica de placas, la cual explica: El movimiento de los continentes. La formación de cordilleras (orogénesis). La existencia de islas volcánicas. La formación de los océanos. El ciclo de las rocas. Este poder de explicación de casi todos los procesos geológicos internos ha provocado una auténtica revolución en la geología. Los principios básicos de la tectónica de placas son: La litosfera no es continua, sino que está fragmentada en grandes fragmentos llamados placas. Las placas litosféricas se mueven, desplazando a los continentes y océanos incluidos en ellas. En los bordes, las placas chocan, se separan o rozan entre sí, originando actividad tectónica (terremotos, volcanes, islas,...). En las dorsales emerge lava del interior de la Tierra, al solidificar se forma litosfera oceánica y las placas crecen en extensión. En las fosas se destruye litosfera oceánica, compensando la creada en las dorsales. TIPOS DE PLACAS LITOSFÉRICAS Las placas litosféricas forman una especie de rompecabezas sobre la superficie terrestre. Las placas difieren en tamaño y composición. Según el tipo de corteza que contienen, se clasifican en: oceánicas, continentales y mixtas. Oceánicas: contienen sólo corteza oceánica (Pacífica, Nazca). Continentales: contienen sólo corteza continental (sólo algunas placas pequeñas). Mixtas: tienen ambos tipos de corteza (la mayoría). Además de las grandes placas (Norteamericana, Sudamericana, Euroasiática, Africana, Indoaustraliana, Antártica, Pacífica, Nazca, Cocos, Filipina), existen otras menores, microplacas. Así, la Península Ibérica es una microplaca. Los límites o bordes de placas definen tres estructuras fundamentales: dorsales, fosas y fallas transformantes. Dorsales: llamadas también bordes divergentes y bordes constructivos. Son hendiduras (rifts) de la litosfera donde se da fusión parcial del manto y emisión de magma. Al salir, el magma se enfría y forma rocas basálticas, creando nueva litosfera (de ahí el nombre de constructivos). Son zonas de gran vulcanismo y sismicidad. La mayoría se halla en los fondos oceánicos (dorsales oceánicas),forman litosfera oceánica y originan la expansión de los océanos. Es el caso de la dorsal centroatlántica o las del Pacífico. Sin embargo, también pueden aparecer en los continentes: Valle del Rift africano. Fosas oceánicas: llamadas también zonas de subducción, bordes convergentes y bordes destructivos. Aquí, la litosfera originada en las dorsales, ahora ya fría, gruesa y densa, se hunde bajo otra litosfera y regresa al manto. En su descenso forma un plano inclinado llamado plano de Benioff, donde se producen numerosos terremotos. Cuando alcanza cierta profundidad, la temperatura hace que funda, originando magmas que pueden llegar a la superficie y formar volcanes. Fallas transformantes: se producen allí donde dos placas se mueven paralelamente en sentido contrario. La mayoría se halla cortando transversalmente a las dorsales, aunque las hay en los bordes de placa (Falla de San Andrés).

3.1. EL MOTOR DE LAS PLACAS

Los materiales del interior de la Tierra están en constante movimiento debido a diversos factores. Un de ellos es el propio tirón gravitatorio de las placas que subducen. Además, el calor interno del planeta forma corrientes de convección que, partiendo de la capa D’’, recorren todo el manto y llegan a la corteza. Todos estos movimientos son los responsables de la mayor parte de los fenómenos geológicos terrestres: Orogénesis o formación de montañas. Se producen al “arrugarse” la corteza en el choque de dos placas. Vulcanismo por el ascenso del magma generado en el interior terrestre, habitualmente, en las zonas de subducción. Este vulcanismo puede ser oceánico (arcos de islas, cadenas de volcanes submarinos) o continental (cordilleras pericontinentales). Terremotos ocasionados por el roce entre placas y el desplazamiento de las mismas. Expansión del fondo oceánico al separarse dos placas en las dorsales. Deriva continental al moverse las placas sobre las que se hallan los continentes.

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